Con que estamos alimentando nuestra mente y nuestras almas?
Consumimos “alimento” de muchas fuentes que llenan nuestra mente pero no producen crecimiento espiritual.. lo que escuchamos, vemos, leemos hacen a un crecimiento pobre y distorsionado de nuestra manera de pensar, reaccionar y relacionarnos con otros en la vida.
Tenemos personalidades viciadas con pensamientos y conductas destructivas.
La bondad del Señor nos trae perdón, liberación y una nueva oportunidad. Pero esa nueva vida necesita ser alimentada constantemente por “la leche pura de la palabra” para que podamos crecer espiritualmente y desarrollarnos como Dios quiere. Nos dice Pedro que deseemos como niños recién nacidos esa leche. Has visto como llora un niño cuando tiene hambre?
Deseas así la palabra de Dios, el alimento único para tu espíritu?
“Por tanto, desechando toda malicia, y todo engaño, e hipocresías, y envidias y toda difamación, deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación, si es que han probado la bondad del Señor.” 1 Pedro 2:1-3
Tomas Robertson
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