Querida Iglesia

En esta semana en muchos países se celebró el día de Ascensión, recordando cuando luego de su resurrección Jesús ascendió a los cielos.

Leemos el relato sencillo en Hechos de los Apóstoles 1.9–11 (NVI)

⁹Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.

¹⁰Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

¹¹—Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.

Jesús vive y está en los cielos pero así como subió vendrá de nuevo en gloria!

Podríamos decir mucho más acerca de esto pero solo decir que esta esperanza forma parte esencial de nuestra fe como cristianos. Es una esperanza que frente a las realidades de la vida y nuestro mundo debe animarnos y fortalecernos. El Señor cumple con sus promesas! Lo crees?

Las últimas palabras del último libro de la biblia, Apocalipsis, no dice:

“El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto.» Amén. ¡Ven, Señor Jesús!” Apocalipsis 22.20 (NVI)

Y nuestra oración es “Amen! ¡Ven, Señor Jesús, ven!”